La comunidad hispanohablante residente en el estado de Nueva York en su mayor parte tiene un manejo limitado del idioma inglés, por lo que prefiere contar con asesoría jurídica en su idioma, un servicio personalizado que le permitirá mantener una fluida comunicación con sus abogados, lo que facilitará el desarrollo y éxito de sus casos.
Iniciar un proceso jurídico, por lo general, crea incertidumbre y temor, ya que no es una situación cotidiana para las personas. Sin embargo, cuando una persona sufre un accidente de tránsito o en su lugar de trabajo, ha sido objeto de discriminación laboral o de mala praxis médica, entre muchos otros tiene la posibilidad de hacer una reclamación legal.
Para ello necesita del apoyo y asesoría de un abogado con experiencia en área que pueda guiar caso para lograr la adecuada compensación, la mejor opción es contar con asesoría legal en español, gracias a las ventajas que ofrece, entre las que resaltan:
Comunicación fluida y efectiva
En todo proceso legal la comunicación abogado cliente es vital, por ello al contratar asesoría jurídica en Nueva York en español se tiene la posibilidad de entender todos los pormenores del caso, especialmente porque la mayoría de bufetes que ofrecen estos servicios cuentan con abogados bilingües que pueden informar a sus clientes todo los detalles que se ventilan en las instancias legales.
Las reuniones serán mucho más productivas gracias a la comunicación fluida y efectiva que permite hablar un mismo idioma, evitando en todo momento posibles malentendidos o lagunas en el diálogo entre abogado y cliente.
Mayor confianza
Hablar de temas legales cuando no se tiene un dominio del idioma o cuando se utiliza un intérprete o traductor causa que no se genere la confianza necesaria entre el abogado y su cliente, lo que puede generar problemas a lo largo del desarrollo del caso. Al contar con asesoría jurídica en Nueva York en español no se tiene este problema y se puede crear una relación de confianza con mayor facilidad.
Los abogados están sujetos a un código deontológico que les obliga a defender los derechos e intereses de sus clientes y guardar la mayor confidencialidad. Sin embargo, muchas personas no se sienten con la confianza suficiente cuando no hablan en su idioma nativo por eso un abogado que hable español genera mayor confianza y facilita el desarrollo del caso.
Menor costo
Si se cuenta con el apoyo de un abogado bilingüe (inglés – español) no se necesitará contratar los servicios de un intérprete o traductor para entender lo que se habla en la corte, el abogado le explicará a su cliente todos los detalles en su idioma en forma clara y precisa. Lo que ayuda a disminuir los costos por asesoría legal en Nueva York.
El abogado podrá aclarar cualquier duda a su cliente sobre el caso, incluso si necesita hablar con un abogado, funcionario o juez que no hable español, seguramente le servirá de guía y traductor, facilitando y haciendo menos costoso todo el proceso. Además el cliente confía en su abogado y no tiene que depender de terceras personas que le ofrezcan la versión de lo acontecido en español.