Antes de llegar a juicio, por lo que representa en el ámbito económico y también en lo burocrático y tardado, en muchos casos la conciliación y resolución previa del caso entre las partes resulta ser el mejor finiquito posible. Esto es así, ya sea que se lleve a cabo una mediación, una conciliación o también una negociación, al contrario del arbitraje y juicio como final de un asunto legal.
Ahora, ¿qué es lo que se necesita para hacer una mediación y negociación efectiva que lleve a los objetivos como parte de un asunto legal en contraparte de otro involucrado? A continuación, algunos tips para solucionar asuntos legales en lo que tiene que ver el momento de negociar acuerdos y términos justos:
Contar con representación jurídica por parte de abogados experimentados
Tener interés en hacer una negociación para solucionar un asunto legal no quiere decir que se deba prescindir de ayuda jurídica y representación por parte de abogados. De hecho, es uno de los momentos donde contar con juristas resulta mucho más importante.
Y es que, son los abogados los que ofrecen asesoría y representación (acceder aquí) de la hora de plantear y presentar términos válidos para un acuerdo que cumplan con las condiciones de su representado. Por lo tanto, negociar un caso legal sin representación adecuada es dar venta e ir un paso atrás.
Comunicación clara a la hora de presentar términos y soluciones
Si bien mucha de la comunicación entre una parte y otra la llevan a cabo los abogados, cuando se haga entre las partes directamente involucradas, la mejor recomendación es hablar de manera directa, concisa y clara para comprender y hacerse comprender y así poder llegar a un acuerdo.
Esto tiene que ver con los términos y condiciones en tales acuerdos, posibles topes de negociación y concesiones que se puedan tener. La clave es dejar todo dicho para que no haya espacio para suposiciones, lo que siempre retrasa el llegar a soluciones o complica el finiquito legal.
Estar abierto pero firme en lo que tiene que ver con negociación de soluciones
Una negociación y conciliación se hace en detrimento de procesos jurídicos mucho más complejos, costosos y tardados como los juicios. El que más se le parece desde el punto de vista legal es el arbitraje, el cual busca solucionar el caso con ayuda de un tercero no relacionado con ninguna de las partes.
No obstante, la negociación permite saltarse todo eso y llegar a un acuerdo con los demás y que se llegue a un contrato con cláusulas que beneficien a todos. Entonces, se debe estar abierto a negociar, pero sin perder firmeza, teniendo objetivos claros en lo que tiene que ver con el resultado final de la resolución. Aquí es primordial contar con una representación jurídica capaz.
Intentar no involucrar emociones
A la hora de conciliar, un consejo valioso es no involucrar emociones propias y simplemente enfocarse en la resolución del caso donde cada parte esté conforme con los resultados. Si no es posible por muchas razones -tratar con familiares, conocidos o por otras causas- lo mejor es dejar que el representante legal cumpla con las funciones de negociación, quien actuará de manera menos parcial pero con el mejor interés para su representado.