Un software puede ser uno de los recursos más importantes en distintos casos, por siempre es conveniente certificar que funcione correctamente. Esto es posible por medio del testing de performance o prueba de rendimiento.
Se trata de una prueba no funcional para conocer la respuesta de un software cuando se somete a cierta carga de trabajo, además de que señala sus características técnicas. Esta evaluación es posible a través de herramientas y métricas. Cabe destacar, existen varios tipos de testing de performance, cada uno con objetivos distintos, se trata de:
- Pruebas de carga.
- Pruebas de picos.
- Pruebas de volumen.
- Pruebas de capacidad.
- Pruebas de estrés.
¿Para qué se aplica el testing de performance?
En pocas palabras el testing de performance sirve para comprobar si un sistema de software funciona de forma eficiente. Esta prueba brinda información importante, muestra como responde el software bajo el uso de un cierto número de usuarios y por un tiempo determinado. También enseña cómo es la velocidad de respuesta a las peticiones de la red.
A esto se suma el tiempo que el software utiliza para la lectura y escritura de los archivos. En caso de que exista algún proceso ineficiente o incorrecto, la prueba también lo expone. En resumen, el testing de performance comprueba si un software tiene el rendimiento que se espera.
¿Cómo es el desarrollo del testing de performance?
El primer aspecto que se debe tener en cuenta para realizar un testing de performance, es que se deben imitar o simular todas las particularidades propias de un sistema de información. En palabras simples, se deben asegurar las condiciones de uso en un entorno real. En añadidura, el desarrollo del testing de performance consiste en varias etapas, por ejemplo:
- Planificación: en esta etapa se define una estrategia, los objetivos que se van a cumplir, deben ser precisos y medibles.
- Preparación: consiste en obtener aquellos datos que van a permitir simular el entorno real de uso del software. También se debe cumplir con algunas pruebas, aunque pequeñas, son las que permitirán comprobar que todo es correcto para seguir con el proceso.
- Ejecución: esta etapa se trata de la realización del testing de performance en su totalidad, realizando todos los casos de prueba.
- Resultados: luego de la prueba es momento de recoger toda la información y analizarla, también se debe realizar un informe detallado que incluya las conclusiones. Este informe también debe indicar cualquier rasgo negativo que la prueba haya arrojado, para realizar las acciones necesarias para cambiarlo.
- Regresión: esta etapa consiste en realizar el testing de performance, ejecutando una vez más todas las fases anteriores. De esta manera, es posible contrastar el antes y el después del software, teniendo en cuenta ya se han realizado cambios para asegurar las mejoras.
Finalmente, el testing de performance es una de las formas de someter un software a una evaluación y así determinar su rendimiento. Esta prueba resulta útil en muchos casos, contribuye a mejorar cualquier sistema.