Los estudios jurídicos son empresas que reúnen a abogados y profesionales afines con el fin de asesorar, representar, defender, asistir y gestionar trámites de índole legal ante organismos públicos y privados en función de salvaguardar los derechos e intereses de las personas físicas y jurídicas que solicitan sus servicios, los cuales por supuesto tienen un costo.
Estos servicios prestados por los estudios jurídicos, a los que se conoce también como bufetes de abogados, se encargan también de asesorar a empresas públicas y privadas, así como a corporaciones y organizaciones no gubernamentales, especialmente en todos los asuntos legales, notariales y relaciones con materia fiscal.
Para ello cuentan con un staff de abogados especializados en materia mercantil. Civil, administrativa, financiera, comercial, laboral y fiscal, así como también en materia penal para tratar todos aquellos casos judiciales que se presenten por incumplimientos o faltas a las leyes del país donde está ubicada la empresa o dónde está desarrollando sus operaciones o cuenta con sucursales o subsidiarias.
En el desempeño de estas funciones los estudios de abogados deben caracterizarse por estar cimentados en valores como la honestidad, la moral, el espíritu de servicio y el respeto al secreto profesional con sus clientes; los estudios deben gozar además de toda la libertad, garantizada por el Estado y sus organismos, para aceptar un caso o no.
Funciones de un estudio de abogados –ver más–
Aunque las leyes no sean iguales en todos los países, las funciones que debe cumplir un estudio de abogados son muy similares, para ofrecer los beneficios que establecen las leyes a sus clientes, entre estas funciones tenemos:
Defender los derechos de quienes contratan sus servicios: en cualquier procedimiento legal del área civil. penal judicial, o mercantil administrativa, los estudios de abogados están obligados a defender los derechos e intereses de sus clientes, en caso de presentarse alguna diferencia de intereses, el estudio debe retirarse de dichas funciones para no perjudicar o menoscabar el derecho de su cliente.
Asistir y orientar a sus clientes en cualquier negociación: cuando las personas (físicas o jurídicas) necesitan realizar una transacción comercial relacionada con bienes inmuebles como casas, apartamentos, terrenos, oficinas, empresas, etc., puede contar con los servicios de un estudio de abogados, que además se encarga de la gestión y elaboración de todos los documentos legales necesarios.
Asesorar y asistir en trámites relativos a sucesiones y herencias, así como también en todo lo relacionado con separaciones conyugales y los bienes o beneficios derivados de ella, defendiendo en todo momento los derechos de los menores y las mujeres atendiendo lo establecido en las leyes.
Asesorar y asistir en trámites de derechos de autor para que los clientes puedan garantizar legalmente los derechos sobre sus marcas, productos, fórmulas, autorías, y derechos de posesión sobre sus producciones artísticas e intelectuales.
Asesorar y asistir en trámites mercantiles: representar a las personas físicas y jurídicas en cualquier acto mercantil como adquisiciones, expropiaciones, desalojos, negociaciones con organismos gubernamentales y judiciales; así como en la obtención de credenciales, licencias, autorizaciones necesarias para el funcionamiento de empresas y organizaciones.