El ejercer la profesión de abogado depende de dos cosas esenciales el cumplir y hacer cumplir la justicia. Esto constituye una actividad que se puede realizar desde varios puntos de vista. Uno de los enfoques que prevalecen en el mundo son el servicio social y la concentración de ganancias.
Cuando el ejercicio del abogado se vincula al sector capital, el derecho se enfoca como un negocio y tiende a tener naturaleza netamente mercantil y corporativa. Razón por la cual el ejercicio de esta profesión debe generar grandes dividendo para el bufete o el abogado. Es allí donde los juristas desean conformar una cartera con lo que ellos llaman buenos clientes.
Estos buenos clientes le harán tener contactos importantes, en cualquiera de las instituciones públicas o privadas. Con la finalidad de obtener resultado de fáciles y rápidos. Ya que mientras más contactos influyentes se tengan mejor será el desenvolvimiento profesional de los que ejercen las ramas del derecho.
Cuando se consolida un modelo ganancial como prioridad, se puede decir que el ejercicio del profesional del derecho solo se da cuando se moviliza el dinero. Esto implica que la clase popular o con menos recursos se vayan excluyendo del sistema de justicia, quedando indefensos y abandonados legalmente.
Aunque en Venezuela existe la figura del abogado público, es Estado no tiene la capacidad para atender la gran cantidad de solicitudes. Debe imperar en el abogado el compromiso social, con el cual debe brindar ayuda al prójimo, bajo un criterio humanista y solidario. Es por ello que algunas de las actividades jurídicas deberían tener un costo del honorario cero, es decir, deben ser exentas de honorarios.
Tomando el ejercicio de la abogacía como un negocio, se puede decir que la persona que tiene “palanca” o algún “padrino”, puede obtener los resultados deseados de forma más rápida. Sin embargo, las personas de escasos recursos deben seguir su peregrinaje ante cualquier organismo público para obtener lo que desea.
Continuamente se presentan quejas en los medios de comunicación de las personas que ven vulnerados sus derechos, debido a la desviación del derecho desde el punto de vista ganancial. Es por ello que se requiere la corrección de esta situación, con el fin de eliminar el sistema paralelo que imparte justicia, donde para acceder a la justicia se requiere de apoyo de algún funcionario público.
El libre ejercicio de la abogacía debe conducirse al servicio social, donde el más desvalido tenga acceso de forma rápida y confiable a la justicia. Buscando que no sea excluido el menos favorecido, esto representa que la ganancia producto del ejercicio del derecho no sea muy rentable.