Todas las empresas funcionan de una manera determinada. dependiendo de sus objetivos e intereses particulares, al llevar a cabo actividades específicas, que involucran diferentes regulaciones y responsabilidades legales, por lo que es fundamental entender su estructura corporativa para garantizar su éxito comercial y operativo en cualquier sector.
Es importante mencionar que el término estructura corporativa hace referencia a la forma en que se organiza una compañía o entidad, dependiendo de sus necesidades y objetivos, así que determina la jerarquía y función específica de cada departamento, además de cómo se distribuyen los beneficios entre sus asociados, directivos y demás miembros del personal.
Actualmente, existe una gran variedad de empresas y negocios presentes en el mercado moderno, los cuales proporcionan servicios y productos específicos a un público determinado, por lo que es posible encontrar diversos tipos de estructuras corporativas con diferentes beneficios y desventajas, estos son algunos de los casos más habituales.
Estructuras funcionales
Entre las formas de organización empresarial más empleadas por las empresas y compañías en la actualidad, destacan las estructuras funcionales, las cuales se caracterizan por designar departamentos específicos para cada actividad desarrollada por la entidad, estableciendo responsabilidades específicas, lo que permite ejercer simultáneamente numerosas funciones.
No obstante, los departamentos que conforman cada negocio por lo general suelen compartir numerosas funciones e interactuar constantemente entre sí, lo que garantiza una mejor comunicación al momento de tomar decisiones importantes, con el fin de aumentar la viabilidad de cualquier proyecto y prevenir una gran variedad de riesgos.
Por otro lado, este tipo de estructura corporativa garantiza a las empresas un mejor desempeño general, ya que los empleados son asignados a cada departamento dependiendo de su especialidad, así mismo cada trabajador cuenta con un superior directo, lo que permite una supervisión constante en todas las actividades llevadas a cabo por la empresa.
Estructuras por divisiones
A diferencia de otras estructuras corporativas, las estructuras por divisiones, designan líneas de trabajo específicas que pueden diferenciarse según el tipo de productos y servicios elaborados o distribuidos por la empresa, la ubicación geográfica, o las tareas específicas de cada equipo de trabajo, lo que proporciona mayor autonomía.
Generalmente, en este tipo de estructuras corporativas, las actividades llevadas a cabo por cada cadena de producción son totalmente independientes, así que no afecta la funcionalidad de los demás equipos de trabajo, lo que permite desarrollar una gran variedad de actividades de una manera descentralizada para abarcar un sector del mercado más amplio.
Estructuras híbridas
Las estructuras híbridas son uno de los tipos de organización corporativa más empleados en la actualidad, por brindar a las empresas y compañías la posibilidad de aprovechar al máximo los recursos disponibles y garantizar una mejor interacción entre todas sus divisiones departamentales; sin embargo, requieren de un sistema de mayor control para su gestión.
Cabe destacar que las estructuras híbridas son ampliamente reconocidas por combinar características funcionales y jerárquicas de las estructuras departamentales y por divisiones, así que cuentan con una organización mucho más flexible, lo que resulta ideal para las empresas y compañías presentes en diferentes sectores del mercado.