La ansiedad es una emoción que todas las personas sienten en algún momento de su vida, especialmente cuando se ven implicadas en una situación de incertidumbre o peligro, de alguna forma es un momento que sirve de preparación para una posterior situación negativa.
La ansiedad es una emoción que todas las personas sienten en algún momento de su vida, especialmente cuando se ven implicadas en una situación de incertidumbre o peligro, de alguna forma es un momento que sirve de preparación para una posterior situación negativa.
En este sentido es algo bueno, pero cuando comienza a presentarse de forma muy frecuente o se intensifica, puede convertirse en una patología, hasta el punto de llegar a afectar la salud física y mental. Para evitar esto, se pueden seguir unos tips muy útiles, se trata de:
1. Buscar información de qué es la ansiedad y sus síntomas: pues muchas personas desconocen que la causa de su sintomatología se debe a la ansiedad, por ejemplo, el sudor y aumento de la temperatura, los problemas para dormir, las incomodidades digestivas y las taquicardias, entre otros. Es preciso determinar de qué se está sufriendo para luego identificar sus causas y poder afrontarlas.
2. Dar una reinterpretación al problema: la ansiedad permite adelantar las consecuencias negativas de alguna situación, lo mejor es percibirlas de la manera más objetiva y realista posible para no darles la mayor importancia de la que merece.
3. Se trata de pensar si las posibilidades de que algo suceda son altas y en caso de que pasen, analizar si es tan grave como se cree. También atender estas situaciones solo cuando se pueden remediar, de lo contrario, seria perder el tiempo y descuidar otros aspectos importantes.
4. No concentrarse solo en el problema: cuando se tiene ansiedad, lo más común es prestar la total atención al problema que la causa, lo mejor es intentar estar en calma y atender otros aspectos, aunque se necesite estar en alerta, se debe dejar tiempo para el descanso. Para esto, resulta muy útil hacer actividades divertidas o dedicar tiempo para los hobbies.
5. Ver el problema como un reto: es normal sentirse amenazado por una situación que parece poco favorable, pero lo más conveniente es asumirlo como un desafío, así que será más grande la sensación de motivación que de angustia y preocupación.
6. Poner en práctica técnicas de relajación: esto resulta muy beneficioso para controlar la ansiedad, se puede comenzar con la respiración, la imaginación, ejercicios físicos para los músculos, entre otros. Se trata de lograr habilidades al respecto, las cuales de forma progresiva permitirán cada vez un mayor control de la situación y la solución total del problema.
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